El sauce o la humildad del que todo lo deja resbalar
sábado, 5 de septiembre de 2015
Una leyenda oriental dice que el principio de las artes marciales fue el de un observador que contemplaba la diferencia entre el roble y el sauce a la hora de presentar cara a la nieve.
Viendo la majestuosidad del roble uno piensa que puede enfrentarse y aguantar todos los empujes de la naturaleza, de ahí que muchos sean como el roble, fuerte, duro, vigoroso, que se levanta orgulloso y soberbio hacia el cielo. Este roble, hace frente a la nieve y al viento, pero también a todos los perjuicios, enfrentamientos, disputas e injurias. Hace frente como si de un muro se tratará, todo aguante tiene un final y el roble acaba derrumbándose, sus excelsas ramas acaban sucumbiendo ante el peso de la nieve, la fuerza del viento o la injusticia de las palabras, las ramas acaban rompiendo y el árbol acaba muriendo victima de su propia soberbia, victima de la resistencia que opone a los problemas. Somos soberbios al hacer frente a los problemas, intentando llevarlos siempre encima, soberbios por no soltar amarras y dejar caer todo el peso de los problemas al suelo, soberbios por creernos superior con nuestro porte erguido hacia el cielo.
El sauce, con sus débiles ramas, donde el viento las mueve a su antojo y voluntad, se presenta humilde ante la naturaleza, entonces la nieve y los problemas resbalan hacia el suelo, caen, no sostiene peso, las injusticias y las palabras que lanzan contra él son expulsadas por las ramas al ser movidas por la mas minina brisa de viento, el sauce no opone resistencia. El sauce en su humildad mantendrá sus ramas, no sucumbirá ante los problemas como lo hizo el roble. El sauce con su debilidad, verá morir al roble que perecerá cuando sus ramas se encuentren en el suelo.



tan importante no darle importancia a lo que te daña y dejarlo pasar para que no afecte a lo importante de la vida.
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